Lunes, 20 de julio de 2015
Ponce, Puerto Rico
“Cuéntame de ayer”
-“Me
estoy haciendo de un bolero de esperanza
para
dar cuentas de la vida que viví”.
Bolero de esperanza
Érase una vez un poeta que vivía de
sus memorias y que cantó un bolero bajo las estrellas para contarnos del ayer.
Con esta invitación al baile, Félix Castro nos introdujo a una noche de
encuentros y desencuentros en Antesala. Allí se desplegaron las musas para
descalzarse del pasado y compartirlo con personas de todas las generaciones que
dijeron presente para contar su historia o aportar con su talento,
deconstruyendo así los límites del tiempo que pudieran separarnos.
“Y así mis dioses
van muriendo con el tiempo / mientras emerjo entre las ruinas de mi fin”.
Este resurgir de los ayeres sin
importar las diferencias generacionales le dio un toque mágico a la noche.
Padres, madres, hijos e hijas apoyándose entre sí, le dieron una sensación muy
familiar y acogedora al ambiente. Como bien dijo nuestra musa Betzabeth Pagán:
“Don Pello y su esposa,” [al igual que el resto de padres y madres presentes] “no
solo apoyaron a sus hijos, sino que estuvieron toda la noche bien atentos”; luego
nos deleitaron con una interpretación musical de ‘¡Coño, despierta boricua!’
junto a los integrantes de la banda local Crona.
“Me estoy
forjando un proyecto sin nostalgias / que mire al frente cuando abrace el
sinsabor”.
Nuestra musa Viento Serena, también
conocida como Lala García, hizo suyo el baile de las nostalgias al declamar sus
poemas ‘Insufrible memoria’ y ‘Atemporal, la memoria’ que nos dejaron un sabor
de antaño en los oídos. Solimar Ortiz, por su parte, recitó un poema erótico
seguido de uno dedicado a nuestro prócer, Pedro Albizu Campos. Una vez evocado
el ayer remoto de nuestras raíces, la musa Lolita Rivera homenajeó a nuestras
madres musas ancestrales con un canto taíno. Nuestra ninfa Sarah recitó ‘Urbanización
de hojas’ y prosiguió con su reclamo por la libertad de nuestro Oscar López
Rivera. No podía faltar la maestra de ceremonias y adorada musa Zulma Quintana,
quien recitó un poema corto e hizo la historia de los ángeles descalzos que
habitan su pintura. Por mi parte, recité ‘¡Heme aquí!’ y estrené dos poemas que
había escrito poco tiempo atrás titulados ‘1898’ y ‘43’.
“Y cuando el mar
se haga una sopa entre tus manos / que se haga instante lejano lo que te otorgó
dolor”.
Lo olvidamos todo aquella noche en
la antesala de nuestros mundos. Cada una de las participaciones fue excelente y
cabe mencionar que el recibimiento y apoyo del colectivo hermano Algo que decir
siempre supera nuestras expectativas. Félix Castro dejó al público atónito y
maravillado con su ‘Bolero de esperanza’ haciendo tremenda introducción a la
noche. Por un lado, Abel D’Andrea se robó la atención de todas las personas
cuando recitó ‘Peligro’, ‘No siempre fui tan bueno’ y ‘La coraza’. Nuestro
hermano muso, Lionel A. Santiago, declamó ‘Esta casa huele a nostalgia’ y ‘En
espera’. Este último suscitó algo que nadie esperaba. Esta servidora decidió
responder a su poema con ‘Lluéve(me)’, pero el público no enloqueció sino hasta
que Lionel dio su respuesta improvisada. Por otro lado, Ricardo García cerró la
ronda de declamación con un poema erótico. Toda la noche estuvo llena de
sorpresas y, entre ellas, no faltaron las dedicatorias. Nuestra querida
Betzabeth recitó un sublime poema en honor a Don Pello y su pareja, y Génesis,
una de las participantes del micrófono abierto, le dedicó una carta a su padre
ausente. Félix Castro declamó un poema dedicado a su padre, Jonatán Castro,
quien cumplió años ese día y recibió los cariños de ambos colectivos en su
festejo. Y aludiendo al ambiente familiar, Dorcas Castro, musicalizó ‘Oubao-moin’
de Juan Antonio Corretjer junto a Félix, quien intercaló su canción con el
poema ‘En la brecha’ de José de Diego. Sin embargo, esa no fue la única
interpretación musical. El joven Carlos Javier Diaz cantó ‘Grita’ y ‘La flaca’ junto
a Crona; luego, una empleada de Antesala llamada Sandra cantó ‘Cigarrillo’ de
Ana Gabriel. La banda continuó tocando toda la noche con canciones como ‘Lamento
boliviano’, ‘Misguided ghost’, entre otras. Finalmente, cerraron la actividad
con canciones de su autoría, las cuales maravillaron a todos los presentes.
“Estoy dejando
atrás los miedos irracionales / y de una vez te insto a que invites a tu ayer a
bailar”.
Deseo concluir agradeciendo al
personal de Antesala por tan excelente servicio, a Elvis Raymer Martínez por
brindarnos el espacio para realizar estas actividades, al colectivo hermano
Algo que decir por invitarnos a la actividad y a todas las personas que nos
apoyaron con su presencia, atención y talento. Me enorgullece pertenecer a tan
talentoso grupo de mujeres musas. Estoy segura de que la gesta cultural que se
está realizando en estos rincones de cada pueblo dejan un poco de gozo y
felicidad en cada pecho porque donde haya una musa, habrá un espacio para la
poesía, el arte… la vida misma.
PD: Todas las
citas intercaladas pertenecen a ‘Bolero de esperanza’.
Para ver el álbum completo, presiona aquí.
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