Es de mi vientre que nace Latinoamérica. Es de mis tetas de donde el pueblo rebelde se alimenta porque si no es guerra militar, es guerra económica donde el padrestado siempre se ausenta. Me dejaron ciega con los pezones mordisqueados, con la Amazonia violentada con su pseudociencia, con el asco de su pene restregado por mi rostro y mi cuerpo. ¿Qué rutas habré de seguir ahora? Ahora que solo queda desierto. Ahora que solo resta ceguera. Ahora que me dejaron el sueño estéril y entregada al polvo y abandono de la pobreza. Será mi ruta el mar, más allá, el desierto y aún en el desierto, oasis y altiplano moreno. Será mi boca el grito. Serán mis manos el talismán de la guerra. Será mi cuerpo libre sin manos pecaminosas que lo sostengan. Concebida como estigma de diabla seré la bruja y la cuera. No habrán otras manos que hilvanen mi destino porque solo yo seré diosa, meretriz y dueña. Seré cielo e infierno para acuna