"A Puerto Rico lo mantienen debajo de una campana,
bajo una campana pesada, y cuando los nacionalistas
tocamos la campana por dentro, nos quieren estrangular,
nos quieren ahogar y nos quieren asesinar..."
-Pedro Albizu Campos
Hoy, 23 de septiembre de 2015, conmemoramos el Grito de Lares. Se cumple un año más de revolución puertorriqueña. Grandes personajes como Segundo Ruiz Belvis, Ramón Emeterio Betances, Lola Rodríguez de Tió, Filiberto Ojeda Ríos, Pedro Albizu Campos, entre otras grandes figuras, están intrínsecamente relacionadas con esta fecha. Sin duda, el mes de septiembre es un mes de gran agitación y sentimientos encontrados para todo aquel que sienta verdadero amor por su patria.
No solo conmemoramos la sangre derramada en la batalla del Pepino, por ejemplo; sino que honramos con nuestra acostumbrada reunión en Lares (Puerto Rico) a todas esas personas que de un modo u otro han luchado por el bienestar y la independencia de nuestro país. Conmemoramos el natalicio de Pedro Albizu Campos y el de Lola Rodríguez de Tió, líderes muy importantes en la lucha por la justicia y la libertad puertorriqueña. Recordamos que un 23 de septiembre, bajo los abusos del FBI, murió nuestro ídolo Filiberto Ojeda Ríos; asesinato que simbolizó un escarmiento para el movimiento independentista. Por él también elevamos el clamor y el grito de guerra. Hoy le damos un vistazo a nuestra lucha, a la sangre derramada por los abusos de la metrópoli y recobramos fuerzas para gritar rebeldía.
Este grito trasciende fronteras. Y llegamos hasta Chile. Sentimos en nuestro pecho el retumbe del colapso del Palacio de la Moneda. Muere Allende y con él, la democracia y el socialismo chileno sufre un golpe frontal. Otro golpe de Estado sufragado por los Estados Unidos de Norteamérica con el fin de promover sus intereses capitalistas mediante la dictadura de Augusto Pichonet. Lxs puertorriqueñxs no estamos muy lejos de la situación chilena. Nos une a ambos una gran marca, una herida por nuestro país que se lastima más cada septiembre que pasa mientras se acorta la vida, la libertad, la justicia y la igualdad. Pero nunca nos daremos por vencidx. Siempre habrá espacio para la protesta, la revolución y la lucha armada, si es necesario. Repetimos con mucho orgullo las últimas palabras de Salvador Allende durante su inminente asesinato y las hacemos nuestras:
«Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza que por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.»
Comentarios
Publicar un comentario