-A Alexsandra García, por ser musa
y entera mujer en ella misma.
Te siento muy mía
aunque sé que eres de nadie.
Te siento cercana cuando los llantos se hacen unísonos
en la enfermedad y en la pobreza.
Te siento como espejo de mi más honda nobleza.
Me veo en ti cuando sonríes,
adorada musa de mi pecho.
Quizá una lágrima te espante
y te quite el aliento el alba,
pero rejuveneces, querida,
con cada bravura,
con cada nostalgia.
De nuevo las letras se arrodillan
por tu libertad y coraje.
Quieren verte entera, como siempre,
niña, mujer y madre.
Vuelvo a delirar.
Vuelvo a sentirte mía.
Ilusa yo
que te pretendo mortal.
Ilusa por creerte presa de mi egoísmo
si naciste libre,
más libre que la propia libertad.
y te quite el aliento el alba,
pero rejuveneces, querida,
con cada bravura,
con cada nostalgia.
De nuevo las letras se arrodillan
por tu libertad y coraje.
Quieren verte entera, como siempre,
niña, mujer y madre.
Vuelvo a delirar.
Vuelvo a sentirte mía.
Ilusa yo
que te pretendo mortal.
Ilusa por creerte presa de mi egoísmo
si naciste libre,
más libre que la propia libertad.
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