Hace poco recibí un hermoso detalle de un seguidor: Carlos López Dzur. Dentro del sobre encontré varios libros muy interesantes, entre ellos "El libro de la guerra". A modo de agradecimiento decidí compartir con ustedes un poema del mencionado libro que se encuentra en la sección "Escatologías de la guerra".
"¿Qué es la guerra?"
La guerra es un desperdicio del tiempo.
Una vulgar gesticulación de la obediencia.
Es lo más infame intelectual y materialmente
que sea posible al mundo como acto
antibiológico, contra natura, por su esencia.
Y, emocionalmente dicho, nada es más cruel
que la guerra. Nada más agresor contra la madre,
la viuda, el niño, un inocente cualquiera.
Joven o anciano, varón o hembra.
Inteligente o torpe.
A tal ejemplo de maldad militante, debe
designarse prostitución del espíritu,
la peor de las lujurias, fornicación
con la puta violencia.
Toda racionalización es palabra hueca.
Toda patriotería, retoricismo, sale sobrando.
La guerra es una sucesión de asesinatos.
Y es como llaga que carcome la vida.
Un Tao de la extinción, sendero de hienas.
Un soldado es como el hombre vacío,
cuya alma está enferma.
[¡Gracias, Carlos, por tu poesía, por el compartir tan ameno y por ser, sobre todo, por ser!]
"¿Qué es la guerra?"
La guerra es un desperdicio del tiempo.
Una vulgar gesticulación de la obediencia.
Es lo más infame intelectual y materialmente
que sea posible al mundo como acto
antibiológico, contra natura, por su esencia.
Y, emocionalmente dicho, nada es más cruel
que la guerra. Nada más agresor contra la madre,
la viuda, el niño, un inocente cualquiera.
Joven o anciano, varón o hembra.
Inteligente o torpe.
A tal ejemplo de maldad militante, debe
designarse prostitución del espíritu,
la peor de las lujurias, fornicación
con la puta violencia.
Toda racionalización es palabra hueca.
Toda patriotería, retoricismo, sale sobrando.
La guerra es una sucesión de asesinatos.
Y es como llaga que carcome la vida.
Un Tao de la extinción, sendero de hienas.
Un soldado es como el hombre vacío,
cuya alma está enferma.
[¡Gracias, Carlos, por tu poesía, por el compartir tan ameno y por ser, sobre todo, por ser!]
Comentarios
Publicar un comentario